sábado, 6 de noviembre de 2010

Sin prueba de que sea un crimen de odio

La Fiscalía de San Juan no tiene pruebas en este momento para radicar el agravante de “crimen de odio” en el caso de la brutal paliza que varios jóvenes le propinaron a un hombre luego de que supuestamente se burlaran de él y le gritaran frases homofóbicas en la playa santurcina de Ocean Park, sostuvo ayer el fiscal Fleming Castillo.
Pero “si surge en la vista preliminar el por qué de la agresión y ése es el motivo, lo radicaremos”, dijo Castillo.
Según las versiones de los agentes Diana Marrero y Ángel Bermúdez, los imputados, Francisco Lebrón Sosa, Giovanny González Burgos, Julio Castro Febus y Joseph Moreno Quiñones, se burlaron y dijeron epítetos como “mari...” a Hiram Ortiz Santana cuando lo vieron compartiendo con otro hombre en la playa a las 6:30 de la mañana del 23 de octubre.
Pero el fiscal sostuvo que los insultos y motivos homofóbicos no aparecen en las declaraciones juradas de los testigos ni lo ha declarado así la víctima, de 51 años, quien quedó inconsciente y requirió 14 puntos en la boca.
“El perjudicado no ha dicho que pertenezca a esa comunidad (homosexual); tampoco los testigos señalan que sea homosexual ni que lo agredieran por eso”, dijo el fiscal. Se supo que las versiones de insultos homofóbicos provienen de lo alegadamente relatado por alguno de los imputados a los policías.
Los jóvenes, de entre 21 a 25 años, encaran cargos de agresión agravada, con pena de 3 a 8 años de cárcel. Si se radica y se prueba el agravante de discrimen por orientación sexual, se les impondrían entre 6 y 8 años de prisión.
Además enfrentan de 8 a 15 años por robo agravado pues se alega que le llevaron la cartera y prendas a Ortiz.
Los acusados, de Cupey Bajo, habían llegado a la playa tras una noche de farra cuando vieron a Ortiz con otro hombre entre las matas de uvas playeras en el popular sector playero.
Según versiones policiales comenzaron a burlarse y a decirles “mari...” y Ortiz le respondió con un insulto racial, ya que algunos de los imputados son negros. El acompañante de Ortiz huye y los seis jóvenes (dos huyeron) agreden a Ortiz a puños y patadas.
Una fiscal federal que paseaba su perro “creyó que “estaban jugando fútbol” pero al ver que pateaban a un hombre, los increpó y llamó a la Policía, dijo el fiscal Castillo.
Los cuatro jóvenes se quedaron a unos 150 metros del lugar donde fueron intervenidos por la Policía.
El abogado Thomas Bryan Picó, quien apoya a las víctimas de crímenes de odio, criticó a la fiscalía por no catalogar el caso como crimen de odio. “Un indicador clásico de crimen de odio es el de las expresiones que hagan al cometer el crimen, y además hay admisiones de un acusado de que lo hicieron por la víctima ser homosexual”, agregó.
La jueza Laura Liz López los citó ayer para que comparezcan el 10 de noviembre, representados por abogados.

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